sábado, 31 de diciembre de 2011

¿ y luego...?

y luego... por qué no cerrar los ojos y acercar nuestros rostros; sin pensarlo mucho,dame un abrazo mientras susurras un: no quiero soltarte; que me impida querer alejarme.
y luego... por qué no me acompañas a fumar un cigarro mientras se despide la noche, y acaricias mi mejilla para robarme una sonrisa.
y luego... por que no disfrutar la salida del sol, mientras tu cabeza reposa en mis rodillas y mis dedos tiernamente recorren tus costillas.
y luego... tal vez robarnos un beso, jugar a olvidarnos del pasado, a tomarnos de la mano y aventurarnos a sonreír.


domingo, 18 de diciembre de 2011

Por la ciencia

Tal vez el amor sea como dice la ciencia: una mera cuestión de hormonas, feromonas y esencia; entonces esto de los latidos, la ilusión y los sentimientos, son una cruel broma liderada por mi cerebro.
Yo no se si todo esto sea cierto, lo que sé es que estoy perdiendo la razón... más no de amor, si no de la desesperación de no poder darte el beso que de una vez por todas me resuelva a mi estas mis dudas.
Que tus labios tengan las respuestas eso tampoco lo puedo asegurar, pero no estaría de más hacer el intento... por la ciencia por supuesto.


Voy a recitarte unos versos, a ver si al escucharlos por fin te animas a soltarme un montón de besos.

De las noches y tu ausencia

Las ganas de escribir tristezas, se combinan siempre con la necedad de sufrir tu ausencia.

Que ganas las mías de extrañar esos labios, de pensar en tus ojos y los lunares que tu espalda esconde; de apagar un cigarro y prender otro por que en verdad me duele que tu estés ausente

La puta manía de soltar lagrimas añorando un sueño que se escapo contigo, esperando que vuelva por que te mueres si no lo cumples conmigo.


Buenas noches, cariño

Tan bellas aquellas noches, en las que llegamos rendidos a la cama y dejamos las ropas en el suelo para cubrirnos con la sábana más delgada.
En las que daba igual que le sobraran o le faltaran estrellas al cielo, mientras nosotros compartiéramos colchón, cama y almohada.
En las se colaba el aire por la ventana y yo a tu lado pasaba horas disfrutando, de la magia de tu panza haciendo melodiosos ruidos cual cajita de música oxidada.

Buenas noches, cariño.
Sigue aquí (en mis recuerdos) siempre conmigo.