Desamor de tintes contraculturales

Tu rechazo se pone de moda, cuando mi amor es declarado costumbre.
Tu indiferencia es adolescente rebeldía, cuando mi amor se impone cual tradición.
El amor que  te ofrezco, parece anticuado en estos tiempos modernos que no conjugan amor y sexo.

Blackhearted forever

Alguien debería aplicarle una tortura medieval a mi sentido del romanticismo, para ver si después de sufrir un poco, confiesa quien le dio la orden de atacar cada posible intento de enamoramiento.

Extrañarte

Detenerse en el recuerdo, como el exfumador que vuelve a ello con ansia destructiva. Es pensarte sin cansarme, como el vicio de encender el cigarro por aroma y terminar de consumirlo por sabor... Por reacción.
Es disfrutar de ponerme a tope los nervios mientras le doy una calada, es pensarte sin remordimientos, es recordarte a detalle por el mero gusto de hacerlo.

No soy moderna

Lo mío no es esto del amor moderno, no salgo bien librada, yo no puedo separar el querer del sexo. Para mi esa aventura, termina siendo tormento. Siempre he sabido que tengo un corazón frágil al que no puedo forzar a detener su latido, porque se destroza de  tanto sentimiento contenido.

Lo siento,  me gusta este juego, pero es casi seguro que salga perdiendo;  porque me gustan tus ojos y seguro de ellos me enamoro. Porque no soy moderna y aun me dan ganas de despertar contigo todas las mañanas, hacerte café y decirte que te quiero casi todos los días del mes.

 

Semana Santa

Otro viernes para refugiarme bajo las sábanas, la tarde pacífica en una ciudad que hoy se vacía de paranoia, nervios y estrés, comienzan las vacaciones y de la calle sólo llega la risa de un niño que juega con su padre. La casa se llena de sol y yo no hago más que ponerme el pijama, preparar papas con limón y salsa y subir el volumen de la canción que brota del ordenador.

 La verdad es que le ando dando espacio a la vida, porque estamos en planes de reconciliación.

Frágil II

Soy de corazón frágil y siempre le ando dando cuidados especiales, pa’ que no lo quiebren, no lo rayen o lo estrellen, pero contigo, por alguna extraña razón me está gustando que le des en la madre.
El crush no es contigo, es con esto del amor apache, con el dolor y el aguante.

Falta frío de invierno

Ahora que te pienso debería estarte escribiendo de todo esto que se me agolpa en el pecho y cerebro.
Saber que ya es primavera, y que esta vez tú y yo no viajaremos al oeste, ni dormiremos escuchando el mar, ni despertaremos al mismo tiempo… me pone mal.

 Me dan ganas de pedirte un invierno infinito, para imaginar que te arropo por las noches para que no tiembles de frío.

Y ahora nada.

De camino al trabajo, esta mañana recordé que fuimos muy felices, que disfrutamos mucho los amaneceres desnudos; que fuimos la mejor anécdota, la pareja casi perfecta.

Fuimos la más hermosa casualidad y jugamos con el destino para alargar nuestra felicidad…

Fuimos divertidas noches borrachas y cariñosas mañanas de resaca, fuimos un montón de risas las aburridas tardes de domingo, fuimos compañía en las noches dolorosas,  fuimos la mejor parte de una historia,  fuimos muchos días felices… fuimos varios meses y hoy... ya no existimos.

Recuerdo que lo fuimos todo y ahora estoy yo sola en la cama.