Es lunes y ya voy tarde rumbo al tabajo, la
ciudad esta medio dormida-medio despierta, los taxis no se asoman por la
avenida y el reloj sigue con su tic-tac imparable.
Traigo guardada la felicidad de un buen domingo, no tengo el sueño
que caracteriz las mañanas de lunes, tengo la absurda sonrisa que dibuja la
esperanza, suena “Shuffle a
Dream”, -canción que me viene acompañando desde el viernes-, y sonrio,mientras
levanto el brazo con la intención de que algun taxista me encuentre ahí, entre
los autos y el trolebús.
Después de no encontrar un taxi, siento la angustia de quien sabe que cuenta con 10 minutos para alcanzar el camión o deberá pagar poco menos de $100 pesos para llegar al trabajo. Pagar para trabajar, a la irónica vida… no se le va un detalle.
Llegue.
El trabajo es el mismo de siempre, pero la ilusoria idea de tenerte de vuelta lo cambia todo, el cerrar los ojos y creer que mañana voy a despertar viendo el lunar que se esconde entre tus ojos… me hace muy feliz.
Minutos más tarde me entero que The Postal Service, festejando la re-ediciòn del Give Up, por sus 10 años (¡¡10 años, puedes creerlo!!) presenta una canción inedita… y a mi de la emoción se me va a salir el corazón del pecho.
A Tatterd Line Of String, es el nombre.
Regrese tarde a casa, tu no llegaste y de
Postal Service siguio sonando en mis oídos y me olvide de la ilusión, mantuve
la sonrisa y cante, cante, cante hasta caer dormida.
Ese lunes el Papa anuncio su renuncia y el mundo se volvía loco.
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