Cuando no
puedo dormir, fumo en la ventana y
me imaginó testigo de los sucesos más increíbles en la oscura calle frente a
mi, después de un rato, calmo los pensamientos que incluyen desde lo absurdo hasta
lo dramático, me pierdo en el humo y repaso mis sueños, uno a uno, esperando no
perderlos, esperando jamás olvidarlos para cumplirlos en algún momento.
La vida es corta y eso de andar contando el tiempo, es un verdadero tormento.
El cigarro
se acaba y regreso a aquí: a escribir , a leer, a fingir que tengo idea
de lo que quiero, a pretender que no estoy esperando un golpe, una carcajada o un
exceso de ironía por parte de la vida.
Finjo tan
bien, que a veces puedo asegurar que tengo un plan, que los sueños se han
cumplido, que la sonrisa es real y que todo esta bajo control.
Pero sigo
sin dormir, sigo escuchando discos completos por la madrugada, apretando con
el alma las ganas de cumplir todo aquello con lo que sueño.
Cuando el
disco se repite… un tafil y a dormir.
Mañana sonrisas,
mañana cubrimos de maquillaje las ojeras y gritamos a todos: ¡Buenos días!
No hay comentarios:
Publicar un comentario