Lienzo II

Son tus manos las que me invitan a tocarlas, apretarlas y no soltarlas... y si tengo pluma en mano, seguro termino adornándolas con garabatos.

Clasificados

Sabía que le sería imposible decírselo a la cara y se decidió a ponerle un anuncio en el periódico.

El anuncio decía:

¡Anímese joven, aquí no rompemos corazones!

Llame al: 55 07 85 09 00

Pero él  nunca lo vio, nunca llamo y su corazón destrozado se quedó...

Tan solo noche y espera

Yo aquí con un cigarro junto a la ventana, escuchando música, mirando la nada, esperando.

Tu  tocando la puerta, cargando unas cuantas cervezas con un gesto de indiferencia.
Corro rumbo a la puerta, hoy necesitaba verte. Y tú, vienes cuando te apetece, cuando necesitas la tibieza de mis brazos por que la soledad te atormenta.

Llegas a romper mi silencio, con una única intensión… no te detengo, al contrario,  mis  brazos te suplican que me llenes de besos los  labios.

Destapamos una cerveza, tal vez dos, antes de caer semidesnudos al sillón. Con los labios y los dedos acaricio cada parte de tu cuerpo, hasta  tenerte de frente y exigirte con los ojos que me hagas sentirlo… todo.

Nuestros cuerpos se reconocen y comienzan a fundirse,  por unos minutos solo somos, besos, caricias, besos, mordidas, besos…
Tus manos caen al suelo y yo descanso sobre tu pecho, sonrió,  es mi confesión callada, es el risueño agradecimiento de aquella que te espera fumando junto a la ventana.

Destapas otra cerveza mientras te vistes y hablas de cualquier cosa. Repito tus pasos, cubro mi cuerpo y te acompaño a la puerta.

Te despides  sin la promesa de un -volveremos a vernos-,  me abrazas y te abrazo… ojalá entendieras que me duele dejarte ir.
Te beso la mejilla guardando entre los labios el susurro de un te quiero.

Te marchas y  me voy directo a las sabanas,  al final solo quedamos la luna, la noche y ésta condenada espera.

Lienzo I

Tu espalda, el bello lugar para que mis dedos se pongan a jugar.  Tan blanca, que  dan ganas de escribir en ella las historias más absurdas y también las más sinceras.

Olvidate de mañana

Mi boca borracha, hablando fragmentos de historias. Mis ojos entusiasmados se pierden en tus lunares y las hermosas constelaciones que forman en tu espalda.

-Así podría pasarme la vida

Tú con calma me acercas a tu pecho y yo me olvido del invierno. Que se joda el mañana, con un beso te suplico que detengas el tiempo.

Me abrazas y nos fundimos hasta terminar con calambres en las puntas de los dedos, hasta que tu respiración deja de ser agitada y mi corazón restablece un ritmo lento, hasta abrazar el mismo sueño.

La calle sin luz y nosotros deteniendo el tiempo.

Los dueños del cielo

Mientras suena esa canción en una noche fría de invierno, de cualquier año, me despediré del hombre que más he amado en la vida

No se, si será porque decidimos separarnos y nunca más volver a vernos o porque alguno de los dos morirá.

-¿Quién es él?
-No lo sé, aún no lo conozco

Pero estoy segura que sonará esa canción, porque el y yo nos sabremos dueños del cielo.
El verá en mi reflejadas las estrellas y yo veré en él... reflejado el infinito.

...Because we own the sky.

Hay días que no reconozco a la del espejo, y por más que la miro, en ella no me encuentro,  a veces cuando miro ese reflejo, hasta parece que sonrió… a veces.

Hoy te suelto

Hoy me da por reírme un poco y soltar las pesadas maletas que hace tiempo vengo cargando, hoy me dan ganas de aventarlas al mar (si estuviera en el mar) y al imaginarlo pierdo los nervios que provocan sudor hasta en las manos, cuando pienso en todo lo que tuvimos. 

Hoy siento emoción en el estómago y no consigo dominarla con el cerebro, como si valientemente me hubiera enfrentado al presente y estuviera añorado un mañana en el que no te encuentro.

Hoy no te llevo en el nudo de la garganta,  hoy te dejo tranquilo en un pasado que casi no recuerdo.

02:00 a.m.

Yo sé que a veces es mejor pretender que no lo veo, que no veo venir ese tren estrellándose frente a mí, que no quiero deberle la felicidad a nadie, porque me ha costado procurármela, en mi soledad.

Y no sé de señales, de aquellas que dicen la vida te va poniendo para no sorprenderte con un golpe de felicidad que se te escurra de las manos en los momentos más inapropiados. Yo sé de sentimientos, de esto que voy sintiendo cuando alguien me pone la piel de gallina, yo sé de encuentros en los que me es difícil bórrame la adolescente sonrisa que se planta en mi cara.

Yo sé que es mejor seguir creyendo que en mi vida no hay novedades, que no me muerdo las uñas por la tarde y que no me quedo despierta por las noches imaginando que me hago aliada de su espalda.

Yo sé que siempre termino sintiendo demás,  con las manos vacías de amor y los labios vacíos de cariño. Y por eso sé, que ahora es mejor seguir fingiendo que tengo todo bajo control.

El invierno y su frío

El invierno trae sus besos y sus ganas de hacerme sentir todo bajo la noche más fría, frente los ojos más tímidos y entre los brazos más tiernos.

El invierno sabe elegir bien sus días, y elige aquellos en los que siento todo con las vísceras, impulsandome a vomitar sentimientos y pensamientos, en un completo sin sentido, distrayendo a quien con descaro me besa el cuello, a sonreir, como única defensa ante mi intención de borracha confesion.

El invierno y sus juegos para provocarme sonrisas, por unas horas,por que la vida siempre se encarga de regresarme a mi sitio para advertirme  que es mejor dejarlo ahí, sin futuro, para no volverme loca esperando un inexistente destino.

El invierno con su frío,  y yo en espera de la casi felicidad que reclaman mis suspiros.

¿Qué hago con los discos?

Adiós.
Cierro la puerta antes de verte partir, no creo poder seguir en pie si me quedo a observar como te desvaneces por el pasillo, prefiero arrinconarme en el lugar que alguna vez fue nuestro y pensar en todos esos planes que tendremos que olvidar: los viajes a la playa, la lista de libros, el paseo por Amsterdan un martes por la tarde, probar todas las cervezas existentes y el resto de historias que estábamos dispuestos a contar.

Me asomo por la ventana para alimentar un poco mi masoquismo, descubro que ya te has ido, que no volveremos a ser nosotros, y que cerramos el capitulo en el que a mi cama no le faltaba nada y a mi vida le sobraban sonrisas.

Dejaste muchos de tus discos, no se si los has olvidado o me los has regalado, solo espero que no vuelvas por ellos; por que si entras a este lugar que hasta ayer era nuestro, por que si estas frente a mi y no me comes a besos... me muero.

De intentos

-¿Ahora quieres ser robot?
- Sí, quiero olvidarme de cuanto duele que te rompan el corazón
- Tu no puedes ser robot, a ti te sobra bombeo en el cuerpo.
- En unos meses notaras que si puedo.
- Olvídalo mujer, busca otra manera de acabar con el sufrimiento.