martes, 24 de julio de 2012

Puras circunstancias

Oh I've been waiting, definitely
and my heart is here right after me…



Sentir, sentir mucho y sentirlo todo. Saber que sólo serán unas horas, porque esta no es una historia y por lo tanto no hay principio y mucho menos final, son las circunstancias que me llevan hoy a mandarte un mensaje y a ti, a contestarme.
Estoy en la búsqueda de algunas horas fuera de la rutina sabatina, lejos de los amigos y la fiesta. Ando buscando cariño por un rato, con las ganas escondidas de que esta vez  dure unos años.
Son las circunstancias las que me dejan hoy a las 12 de la noche frente a tu puerta, esperando que nadie me vea, apagando el celular después de escribirte:
- Me abres. Ya estoy aquí, afuera-
Son las mismas circunstancias las que te llevan hasta la puerta, a sonreír y besarme casienloslabios-casienlamejilla e invitarme a pasar con un gesto tierno, borrando de mi rostro toda señal de incertidumbre.
Hablas de tu día, hablas de tu vida, y yo escucho tus relatos, río, me emociono; por un momento nos tenemos tanta confianza que ya estamos compartiendo sueños en el sillón, ideando estrategias para conseguirlos.
La música nos envuelve y nos regresa unos 10 años atrás, nos da por recordar y contar sobre nuestra adolescencia, las aventuras, los descubrimientos, las drogas y la nueva era… terminamos fumando un porro, uno grande, con ganas de reír mucho y hacer tonterías. Subes el volumen, brincamos, cantamos… nos besamos y ante eso no pude más que besarte de nuevo, besarte los labios, besarte el cuello, los codos, la espalda, las rodillas.
Las circunstancias te llevaron a quitarme la blusa,  a besarme, a besarme, a morderme, a besarme; a mí las circunstancias me hicieron quitarme los pantalones y quitarte los tuyos y bailar hasta la recamara, donde no pudimos más que seguirnos besando y seguirnos acariciando, con rudeza, con suavidad, con deseo, con cariño… unos minutos después  me aferre a tu espalda para no irme, hasta quedar los dos tendidos ahí, sintiendo los latidos acelerados del corazón, sintiendo que será imposible controlar la respiración, sintiendo que sobran los abrazos, sintiendo que aun podríamos besarnos.
Unos minutos más tarde nos vestimos y seguimos hablando, sin conexión, sin emoción. Prendo un cigarro, enciendo el celular y me despido con un beso en la mejilla.
-Que sueñes bonito
-Igualmente
Cierras la puerta,  y yo y las circunstancias caminamos rumbo a no sé donde, soltando la esperanza de que esto se repita cualquier otra noche.