Hoy casi te perdono la falta de entusiasmo y tu cotidiana indiferencia, casi termino por darte un abrazo sentido y casi te cuento en un beso, lo que ha sido vivir con tu ausencia.
Hoy tus ojos tímidos casi me vuelven a erizar la piel, casi me conmueven, y casi termino por desnudarme y entregarme con ternura a tu cuerpo.
Hoy casi me olvido de lo complicado que ha sido regresar todo a su lugar, tirando a la basura las terapias amistosas en las que aprendí, a casi ser feliz sin ti.
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