miércoles, 1 de febrero de 2012

El juego perfecto.

Entre risas y cervezas perdemos la tarde, jugando a querernos. La música fluye por la habitación, que hoy se siente más alegre que otros días y no es sábado ni domingo, es tu presencia que me pone contenta.

Es ver películas y comer hasta hartarnos, tomándonos las manos. Es vivir un día cualquiera como si en verdad fuéramos pareja, de las que se enamoran y se ven a diario.
Es saber que cruzas media ciudad para visitarme y pretender que así nos gustaría pasar muchas otras tardes. Es tenerte aquí a mi lado, hablar del clima y  provocarte ataques de risa cuando te hago cosquillas.

Pero llega la noche y se acaba la magia, porque te debes marchar, nunca te quieres quedar. Es el miedo a que no sea lo mismo si existe el compromiso, es el pánico a salir lastimados si dormimos abrazados.

Y nos despedimos tú, yo y todo lo que nos callamos, porque es mucho mejor mordernos los labios y aferrarnos al orgullo de no ser ninguno quien de aquel paso, que suele ser un te amo.
Tú y tus traumas, yo y mis miedos, la verdad es que nuestro juego es perfecto.




No hay comentarios: