Cuando mis mejillas se sonrojan, me da por buscarte en el celular, el impulso más absurdo pues ya soy incapaz de hablar. Tú del otro lado de la línea solo ríes al escucharme hablar, al parecer esperabas verme, pero ya me es imposible manejar.
Apago el cigarro y me voy a bailar, a mover freneticamente los pies al ritmo del ¡Hey ho let’s go! que gritan los Ramones. - Aun no entiendo por que sonaba esa canción en ese lugar.-
Me crecen las ganas de verte, pero ya es muy tarde y no me parece prudente. Otro mezcal para cerrar la noche, un cigarro y me guardo las ganas para después, tal vez mañana o algún otro fin de semana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario