miércoles, 15 de febrero de 2012

Tragedia

¡Que todo se vaya a la mierda!

Hoy debería desaparecer por el bien de mi existencia. Hoy no aguanto la vida que me he forjado; la sufro, la rechazo, la detesto, como la hija bastarda de la desesperación y la muerte de mis sueños; como el producto de la terrible violación, que sufrieron  mis ideales.
Hoy solo quiero terminar arropada en mi  cama, el único refugio que me protege de la confusión, el espacio donde mis sueños reviven y por instantes todo es como debería de ser, sin controlar la revolución que se genera desde hace años en mi interior.

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