El insomnio no es problema, desde que era una niña comparto con el días y semanas, estas ojeras gigantescas son prueba del tiempo que tenemos de conocernos. El verdadero problema es la condenada imaginación, tengo un problema cuando se trata de ella… siempre se me sale de control, me sumerge en una ficción tal que al final prefiero quedarme sumergida en ella, olvidando por completo que existe la realidad, jugando a que me da igual el que pasará.
Así paso
buenos ratos sin enfrentar el mundo, acalorada en mi cuarto… con insomnio, que me permite creer que lo puedo
todo.
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