Mientras
admiro el recorrido diario a través de la ventana del camión, me da por querer
estar en cama, en nuestra cama, enredada en tus brazos, sintiendo en la frente
tu barba, cerrando los ojos, muriendo de calor, sin la persecución del reloj.
Así
mientras contemplo la vista de una
ciudad que nunca descansa, entiendo que tus brazos son sólo un lugar en el
universo… mi lugar favorito, por mucho.
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